Ángel Di María es sinónimo de Selección. Es después de Lionel Messi el jugador más determinante de la Scaloneta y el segundo preferido por la gente en el aplausómetro. Es de los futbolistas que cuando las papas queman, agarra la pelota y algo inventa. Lo demostró en el partido con México, cuando encontró a Leo para el 1-0. Lo mismo hizo con Polonia, gambeteando por derecha y por izquierda, para encontrar espacios.
Lionel Scaloni sabe de su importancia. Lo cuida mucho. Llegó al Mundial luego de recuperarse de una lesión muscular que padeció en la Juventus. Jugó los 90' ante Arabia, se quedó hasta el final y lo intentó siempre. Ante México fue clave, entendió a Leo -como siempre- y entre ellos armaron el primero: después salió cuando el DT, decidió defender con un 5-3-2. Y ante Polonia otra vez fue importante y esta vez el entrenador lo sacó por un problema físico.
"Di María sintió algo en el cuádriceps, se puso duro y preferimos cambiarlo. Es un jugador importante y preferimos no arriesgar y que no se hiciera daño", dijo Lionel Scaloni, en conferencia. Los jugadores se acostaron tarde, tras la cena en madrugada, pero hubo alguien que se levantó más temprano que el resto.
Angelito fue en los primeros en amanecer. El que fue al consultorio médico para hacerse estudios. Y ahí llegó la primera buena noticia para el rosarino de 34 años y para el cuerpo técnico de la Selección: la ecografía constató que no hay ruptura fibrilar, que es solo una sobrecarga. Ahí mismo, Di María comenzó con la recuperación mientras sus compañeros arrancaban con el entrenamiento regenerativo.
¿Llegará Angelito al partido con Australia? El jugador tiene la ilusión de estar, aunque le juega en contra el poco espacio entre partido y partido. Menos de 72 horas entre el triunfo ante Polonia y el partido de octavos. Obvio, que el cuerpo técnico lo esperará hasta último momento porque sabe de la importancia futbolística y grupal, de la conexión con Messi y como absorbe la presión. Aunque al mismo tiempo si el DT cree que no está al 100 por ciento, no lo arriesgará.
Olé.
