Mientras se espera que las lluvias que comenzaron hoy tímidamente en Corrientes ayuden a aliviar la grave situación creada por los incendios, la lucha de bomberos y brigadistas no se detenía para afrontar los 17 focos de fuego que se mantenían activos, mientras se generalizaban en el país las campañas solidarias con la provincia afectada.
El inicio del tiempo lluvioso, que los pronósticos llevan al menos hasta el miércoles, dio lugar a la intensificación del viento, lo que complicó la situación de las llamas en algunos sectores, como los alrededores de al ciudad de Santo Tomé, donde los bomberos debieron socorrer a pobladores cuyas casas se vieron amenazadas.
Tras dos meses de sequía, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) tenía previsto tormentas aisladas durante el lunes y el martes, cuyo desarrollo podría ayudar al trabajo para controlar los catastróficos incendios que ya afectaron el nueve por ciento del territorio provincial.
Cientos de bomberos y brigadistas continuaban combatiendo el fuego, con la colaboración de unidades de otras partes del país y de Brasil.