Desde el jueves, la publicidad sexista de juguetes desapareció de la parrilla. Entró en vigor el código deontológico firmado por el Ministerio de Consumo, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) y Autocontrol y que establece unos patrones claros sobre cómo no deben ser los anuncios.
A partir de ahora, los juguetes evitarán aplicar sesgos de género a sus campañas. Esto es, no se anunciarán los juguetes como “para niños” y “para niñas”, metiendo a cada uno de ellos en diferentes categorías de intereses. La norma pide que se evite manifestar que los juguetes son para unos y para otros.
También se intentará utilizar un lenguaje inclusivo, que se muestren modelos positivos o que se acabe con esa separación entre rosa y azul en los universos infantiles.