En su último acto como ministra de Economía, Silvina Batakis viajó por escasas horas a Santa Cruz para firmar una adenda con la gobernadora Alicia Kirchner que destrabó la demorada construcción de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic a un costo de cinco mil millones de dólares que será financiado por tres bancos de China.
Es decir: con las reservas del Banco Central en extrema debilidad, y a pocas horas de un nuevo plan económico destinado a obtener divisas frescas para la producción, Batakis cierra su actuación en el Palacio de Hacienda consolidando una deuda con China por un monto de al menos 5.000 millones de dólares.
Batakis voló a Río Gallegos por instrucción de Alberto Fernández, que en su viaje oficial a Beijing prometió al líder comunista Xi Jinping que haría lo necesario para construir las dos centrales hidroeléctricas.
El viaje de Batakis complicará las gestiones de Sergio Massa frente al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París. Argentina se endeuda con China por más de 5.000 millones de dólares, y después pretende que el Fondo cumpla con sus desembolsos y el Club de París acepte una nueva refinanciación de una deuda cercana a los 2.500 millones de dólares.