El nuevo acuerdo de precios que busca cerrar el Gobierno empieza a encontrar los primeros obstáculos. Los empresarios aseguran que el convenio, que se llamaría “Precios Justos”, tendría problemas de aplicación incluso antes de ser firmado, principalmente por la demora que generaría incorporar las etiquetas con los costos de los productos.
Esta nueva medida que quiere implementar el Gobierno para tratar de contener la inflación, además, se “chocaría” con el proceso de etiquetado que se está llevando adelante para hacer cumpliir la ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como Ley de Etiquetado Frontal.
Lo que sucede es que a través de este nuevo acuerdo, el Gobierno quiere que los precios congelados aparezcan en las etiquetas de los productos. El objetivo es claro: que los comercios no tengan la posibilidad de remarcar precios, pero fuentes del sector empresarial detallaron a TN que en estas semanas la mayoría de las empresas está trabajando con los proveedores para cambiar los packs y así respetar al 100% la Ley de Etiquetado Frontal para los meses de enero o febrero.
Por lo tanto, sería realmente difícil sumar las nuevas etiquetas del acuerdo de precios. Según estimaciones de los empresarios, se tardaría entre tres o cuatro meses para agregar los precios impresos en los productos.