El presidente Alberto Fernández mantuvo un encuentro virtual este domingo con los familiares de los argentinos secuestrados en Israel por el ataque terrorista del grupo Hamás, y estimó que son 16 los connacionales tomados como rehenes.
"Les puedo adelantar que hablé con el presidente de Israel el mismo día del ataque. Me contó que el ataque había caído sobre 22 comunidades del sur de Israel. Me comentó que había muchos latinos y que temía que hubiera argentinos. Desde ese entonces estamos haciendo distintas gestiones permanentemente con el Gobierno de Israel", relató el mandatario, después de escuchar los testimonios desgarradores de Pablo Roitman y de Amos Horn, quienes tienen familiares que fueron secuestrados por Hamas en un asalto al kibbutz donde residen, pegado a la Franja de Gaza.
El jefe de Estado aseguró que el Gobierno argentino está muy "involucrado" en tratar de "encontrar caminos" para encontrar a los secuestrados argentinos y liberarlos, aunque reconoció que "es una cosa muy compleja, porque muchos de sus familiares están en manos de terroristas que no sabemos quiénes son" ni tienen el más mínimo diálogo con ellos.
"Estamos buscando caminos para ver si de algún modo podemos conseguir algún vínculo para interceder o pedir, pero es muy difícil porque trabajan en la más absoluta clandestinidad", indicó.
Fernández reveló que tomaron contacto con la Autoridad Palestina en Cisjordania, pero le contestaron que no tienen "ningún vinculo" con Hamas.
"En la Franja de Gaza Argentina no tiene ningún contacto, no tenemos ninguna representación diplomática", reconoció.
"Queremos que sus familiares aparezcan con vida y termine esta pesadilla que ustedes están viviendo", manifestó el mandatario.
Luego resaltó que este domingo arribó al país el primer contingente de ciudadanos argentinos que pidieron repatriación en medio del conflicto a través de un operativo que organizó Cancillería.
Dicho operativo, que seguirá replicándose hasta terminar de repatriar a todos los argentinos que pidieron volver al país, involucró la movilización de un avión Hércules de las fuerzas armadas para llegar de Tel Aviv a Roma, y continuó desde allí con un vuelo de Aerolíneas Argentinas hacia Buenos Aires.
