La actuación de la Policía de la Ciudad el sábado pasado tras vallar todos los accesos a la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner siguió generando discusiones dentro de Juntos por el Cambio que profundizaron tensiones previas por posicionamientos electorales, principalmente entre la exministra de Seguridad Patricia Bullrich y los sectores "duros", por un lado, y los funcionarios del Gobierno porteño, que la acusan de "ser funcional al kirchnerismo".
El cruce de reproches se inició durante el fin de semana pero se intensificó en la noche del domingo, luego de que Bullrich criticara fuertemente la labor de la policía porteña que el sábado último instaló vallas para sitiar la esquina de Juncal y Uruguay, donde vive la vicepresidenta cuando se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires, un operativo que incluyó filmaciones desde terrazas y culminó en choques con manifestantes, represión con palazos y gas pimienta, y algunos detenidos, entre ellos legisladores del Frente de Todos en actividad y con mandato cumplido.
"Cuando vos tomás la decisión de poner la valla, la mantenés. Y no te corrés de ahí. Lo que te están poniendo en duda no es la valla, eso es simbólico. Ponen en duda tu Gobierno. El Gobierno está en el que mantiene el orden. Y vos no podés entregar ese orden", manifestó Bullrich al cuestionar el operativo de seguridad y, en particular, que tras los enfrentamientos los efectivos se hayan retirado del lugar.
Las críticas de la titular del PRO no quedaron allí, porque luego insistió en que "si vos tenés miedo, le transmitís ese mismo miedo de la Policía".
Y agregó, también como reproche, que las calles de la Ciudad "siempre están tomadas", lo que según ella genera la percepción de debilidad por parte de quienes la gobiernan, en este caso Horacio Rodríguez Larreta, quien por otro lado aspira a ser candidato a presidente.
"Nos ven débiles por eso. Dicen que Juntos por el Cambio nunca va a gobernar porque le toman la calle", añadió Bullrich.