El supervisor del programa de Zoonosis de la Provincia, el médico veterinario Nicolás Ruiz, dijo que es importante distinguirlos, recurrir a una guardia ante la picadura, en lo posible al Hospital Materno Infantil o el Hospital del Milagro, donde cuentan con el antídoto, y sobre todo no matarlos.
Precisó que es importante recolectarlos, motivo por el cual se lanzó una campaña a fin de enviar al laboratorio Malbrán de Buenos Aires ejemplares vivos para poder hacer los sueros antivenenos que luego se distribuyen a todo el país.
Indicó que el aumento de temperatura es propicio para el desarrollo de estos insectos y que es importante distinguirlos entre dos tipos: el rural, de jardín o campo, que no es peligroso y se diferencia por tener tenazas gruesas; y el tipo que aparece de resumideros, desagües, cloacas, que tienen tenazas finitas y doble aguijón.
Con los recaudos necesarios, al segundo tipo hay que intentar atraparlo con frasco de vidrio o plástico, con una mínima ventilación para que no se asfixie, y entregarlo a las autoridades competentes: Zoonosis, Belgrano 1349, o bien a los hospitales, preferentemente el Señor del Milagro.