Ana María Simón, madre de los hermanos Saavedra implicados en el asesinato de Jimena Salas, inició este miércoles una huelga en las afueras del Poder Judicial.
La mujer insistió con la inocencia de sus hijos, a quienes señaló de “perejiles”. En esa línea, denunció que su hijo Javier “fue torturado física y psicológicamente” desde el momento de su detención hasta su arribo a la Alcaldía, en la ciudad capital.
Señaló que no existen pruebas concretas que vinculen a los hermanos con el crimen, como así también detalló que los movimientos del GPS registrados en el celular de uno de ellos, muestra que el día del hecho estuvo a kilómetros del lugar, cumpliendo con una labor social y por la cual existen múltiples testimonios que lo posicionan lejos de la escena.
Asimismo, negó que sus hijos estuvieran relacionados con la familia de la víctima, al tiempo que cuestionó a la Justicia por “tanto atropello” e intentar vincular a los Saavedra a la causa.
Por último, manifestó que si bien “no pide milagros”, a sabiendas que su medida no propiciará a la puesta en libertad de los hermanos, si solicitó que la Justicia le informe sobre el estado de salud de sus hijos, la cual considera “deteriorada” en el transcurso de estos ocho meses.