El doctor en Ciencias Biológicas, Enrique Derlindatti, explicó que existe un problema social con la utilización del musgo y su alta demanda para los pesebres navideños. En este contexto, es necesario cambiar ciertas prácticas para preservar el medio ambiente.
Derlindatti señaló que el musgo es una clase de planta que crece sobre los troncos de los arboles en zonas de yungas. Más allá de una potencial función para retener agua y enriquecer el suelo con materia organica, tiene una serie de interacciones que se generan a nivel eco sistémico que hace que un conjunto de arboles, en realidad funcionen como un bosque.
El especialista añadió que los musgos albergan biodiversidad, son refugio para invertebrados y son utilizados como material de construcción de nidos y madrigueras.
Para Derlindatti, el problema es social porque las personas piensan que no existe alternativa al musgo y si no hubiera demanda, no existiría la oferta de estas plantas en un mercado con una extracción intensiva que produce impacto ambiental.
Finalmente, el biólogo manifestó que sería más barato y simple y menos perjudicial, utilizar material sintético o no hacer pesebres con musgos porque hay una situación ambiental que amerita el cambio de ciertas prácticas.