El grave suceso tuvo lugar en la tarde del martes, trascendiendo que vecinos estaban cansados de soportar el consumo descontrolado de estupefacientes en menores y adolescentes a cualquier hora del día.
Con esa convicción, los manifestantes rociaron con nafta los domicilios donde supuestamente vendían estupefacientes para luego prenderles fuego; en esa circunstancias los sospechosos intentaron defenderse, lo que determinó un violento cruce a golpes de puño.
Efectivos de bomberos de la policía y bomberos voluntarios sofocaron el fuego, en tanto otros efectivos desplegaron un operativo para calmar la situación, iniciándose una amplia investigación sobre el caso, tomando intervención el fiscal penal 1 de Tartagal, Pablo Cabot.