A nivel nacional, la elección en Salta significó la recuperación porcentual más grande de Unión por la Patria. Los datos que manejan en el armado político peronista sostienen que Salta repuntó 12 puntos con respecto a la elección PASO, superando a provincias como Neuquén, Tucumán, Misiones, Santiago del Estero, Jujuy y Santa Cruz que le siguen en la escala de recuperación.
La dirigencia encolumnada detrás de la figura de Pablo Outes no la tenía nada sencilla: la boleta de Massa había sacado un 24% en las elecciones de agosto contra un contundente 49% de Javier Milei.
Es así que lo que había que revertir eran 25 puntos de diferencia y achicar la distancia que la boleta del olmedismo había logrado cosechar.
Los factores claves
Milei perdió 9 puntos entre las PASO y las Elecciones Generales. Esa diferencia se puede explicar por la gran participación de la estructura militante del peronismo en el interior provincial, donde los resultados que obtuvo Milei fueron catastróficos.
Sin embargo, Salta tuvo una característica importante y es que el nivel de participación de los electores tocó un pico importante.
En agosto, solo el 64,68% de los electores salteños habilitados concurrieron a votar. Ese número tuvo una importante alza en octubre, con un crecimiento hasta el 75,07% del padrón.
Es decir, un 11% más de salteños concurrieron a las urnas modificando el panorama. Esto se pude entender analizando los números de Massa en Salta: creció 12 puntos con respecto a su elección en agosto.
El salteño que no fue a votar en agosto, si lo hizo ahora y optó por Unión por la Patria.
Esa afluencia de gente que concurrió fue fundamental para entender lo que pasó. Milei redujo a un 3% la distancia que le sacaba a Massa en Salta (le llevaba 25% de ventaja).
Perdió la mayoría de los departamentos y en lugares donde realmente había obtenido resultados avasalladores, la diferencia se recortó hasta casi un empate técnico.
