El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, descabezó la dirección de los medios de comunicación públicos brasileños que provenían del gobierno de Jair Bolsonaro.
Lo hizo disconforme por la cobertura que los medios públicos realizaron del frustrado intento de golpe de estado del 8 de enero, cuando miles de bolsonaristas radicales tomaron el Congreso Nacional, el palacio presidencial y la sede de la Corte Suprema.
Mientras numerosos portales privados tildaban de “vándalos” y hasta “terroristas” a los asaltantes, los medios públicos calificaron de “manifestantes” a los bolsonaristas radicales que irrumpieron en las sedes de los tres poderes del Estado con intenciones de destituir a Lula.
TN.