Miles de manifestantes se concentrarán este miércoles en la llamada “toma de Lima”, una nueva protesta contra el Gobierno de Perú, que la presidenta Dina Boluarte pidió que sea “pacífica” y se lleve a cabo dentro del marco constitucional.
Organizaciones ciudadanas, principalmente de los departamentos del sur, llegarán este miércoles a la capital peruana para reclamar la renuncia de Boluarte, el llamado a nuevas elecciones y condenas para los responsables de las muertes durante las protestas de diciembre a febrero, que siguieron a la destitución del expresidente Pedro Castillo.
“Espero, y esperamos todos los peruanos que amamos la patria, que esta movilización sea dentro del marco constitucional, una marcha pacífica sin generar violencia, caos, crisis o querer protagonizar un anarquismo en el país”, pidió Boluarte en un mensaje televisado en cadena nacional.
Además, la mandataria exhortó a los organizadores de la protesta a dialogar con el Ejecutivo.“Invitamos a los líderes y dirigentes que encabezan las marchas para mañana a que dialoguemos”, dijo Boluarte, que dejó claro que no se tolerará “ningún acto violento” durante la protesta, porque el Gobierno no va a permitir ninguna “amenaza a la democracia y el estado de derecho”.
La feroz represión desatada en las protestas iniciadas en diciembre dejaron 49 los ciudadanos muertos, directamente relacionados a las manifestaciones, casi todos a manos de las fuerzas de seguridad, en operativos represivos por los que el Gobierno fue reprendido por la CIDH y organizaciones de derechos humanos, como Amnistía y HRW.