Ante la llegada de la ola polar al país, entre las diferentes diferentes opciones para calefaccionarse se encuentran las que utilizan electricidad, las cuales muchas de ellas consumen energía de forma considerable.
Para reducir el impacto del consumo en la factura de los hogares, es preciso evaluar cuánto consume el artefacto a utilizar. Por ejemplo, un caloventor consume cuatro veces más que un panel eléctrico. El caloventor, que se adapta a casi todos los ambientes y bolsillos, es el que más gasta: hasta tres veces más que un panel eléctrico de bajo consumo.
En cuando a cuestión de pesos y de consumo, la lista se despliega de la siguiente manera:
Un caloventor de 2000 W de potencia consume 2 KW por hora.
La estufa de cuarzo (2 velas) consume 1,20 kWh.
El aire acondicionado consume 1,01 kWh, siempre y cuando el equipo se coloque en los 20° modo calor. Por cada grado que se suba el termostato, la demanda de energía puede incrementarse entre 7 y 9%.
El radiador eléctrico estándar gasta 0,96 kWh.
Un panel consume 0,60 kWh y para su instalación no es necesario realizar ningún tipo de obra compleja, además de ser un método de calefacción sustentable.
