El verano es sinónimo de relax, aire libre y encuentros con amigos y familia. Una estación para disfrutar pero también un momento en el que comemos con horarios flexibles y más desordenados, gracias a que podemos por un tiempo, dejar las rutinas del resto del año y viajar. Por eso, vamos a repasar cinco claves para cuidar la salud en vacaciones y comer rico sin caer en excesos.
1 - Más frutas y verduras
El primer consejo es aumentar el consumo de frutas y verduras de estación. Ellas nos hidratan, nos aportan un montón de nutrientes y, además, no caen tan pesadas como otras comidas elaboradas o panificados.
2 - No esperar a tener sed
En segundo lugar, hidradate constantemente, no esperes tener sed. Siempre priorizá agua potable y segura. Si no te gusta puede ser soda, agua con gas o podés preparar algún agua saborizada natural.
3 - Moverse más
En tercer lugar, sumá pasos a tu vida, hay que alejarnos del sedentarismo. Quizás, no es el momento de empezar un ejercicio físico extenuante, pero sí empezar a sumar movimiento con las pequeñas tareas cotidianas. Camina un poco más, subí y bajá escaleras, llevá a pasear al perro, jugá con los chicos en la plaza.
4 - Menos ultraprocesados
Los alimentos procesados, los que vienen ya listos para ser consumidos suelen tener mayor cantidad de grasas, azúcares y sodio. Sin embargo, esto no significa que sean malos, pero sí es conveniente restringirlos en nuestra alimentación habitual.
5 - Alejate de las dietas muy restrictivas
evitá las dietas muy restrictivas y que ponen el foco en el peso, cuyo único objetivo es adelgazar. En la desesperación por bajar de peso, algunas personas pueden recurrir a ciertas dietas mágicas que generan efecto rebote y pueden afectar tu autoestima y no son buenas para tu salud.