Es en esta época del año cuando nuestra piel necesita un plus de hidratación, cuidado y protección. Y es que a corto plazo una piel que no ha sido cuidada adecuadamente puede volverse seca, áspera e incluso descamarse.
Limpieza, preparación e hidratación de la piel
En verano es adecuado una hidratación de la piel tanto de forma externa como interna. La falta de agua e hidratación en la piel se traduce en un aspecto seco, apagado e incluso descamado. Las duchas, baños y el hecho de beber abundante agua pueden prevenir la deshidratación de la piel.
Protección solar diaria
Debemos incorporar a nuestra rutina de cuidado corporal y facial el uso de protectores solares a diario, siempre de factor 50 y renovarlos con frecuencia.
Tomar mucha agua
La falta de agua en el cuerpo puede producir envejecimiento prematuro y sequedad en la piel. Para mantener nuestra piel bien hidratada debemos beber mucha agua, unos 2 litros.
Usar ropa adecuada
Otro aspecto a tener en cuenta para cuidar tu piel en verano es la ropa que usamos, lo ideal son prendas que permitan la transpiración. De esta forma evitamos excesiva sudoración, reacciones por falta de transpiración, etc.
Tener una alimentación equilibrada
Para cuidar tu piel en verano consume frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes, ya que ayudan a prevenir la degeneración celular y estimulan el flujo sanguíneo de la piel.