Un estudio publicado en The Lancet sostiene que las personas mayores de 40 años o más sin problemas de salud subyacentes pueden beneficiarse del consumo limitado de alcohol con una pequeña copa de vino tinto al día.
Se tuvieron en cuenta algunas enfermedades que son consideradas como las principales causas de muerte en el mundo: la tuberculosis, la hipertensión, la fibrilación auricular, la enfermedad hepática, la epilepsia, la pancreatitis y el cáncer. Según la profesora universitaria de Ciencias de la Métrica de la Salud, Emmanuela Gakidou, "cuando se observa el impacto acumulativo en la salud, particularmente entre los adultos mayores, una pequeña cantidad de alcohol en realidad es mejor que no beber".
La justificación se encontraría en que el etanol que contiene el alcohol incrementa la producción de colesterol bueno, y tiene una actividad sobre el endotelio, lo cual puede resultar beneficioso frente a dolencias como las cardiovasculares o la diabetes.