Unas 200 personas mueren al año en el país, intoxicadas por monóxido de carbono. Por PARADA SALTA, el comisario mayor José Suárez, jefe del Departamento de Bomberos, acercó recomendaciones para evitar estos hechos que pueden tener consecuencias fatales.
El monóxido de carbono es un gas tóxico que se produce por la mala combustión de estufas, calefones, termotanques, grupos electrógenos, cocinas y calderas. También se produce al quemar carbón y leña, en braseros, por ejemplo. Este gas es muy peligroso porque como no se ve, no irrita, ni tiene olor, la persona se intoxica sin darse cuenta.
El "asesino silencioso" -como lo llamó Suárez- se acumula en las habitaciones mal ventiladas y puede causar una intoxicación ya que, una vez inhalado, se combina con la sangre y disminuye el nivel de oxígeno en la hemoglobina y los tejidos.
El jefe de Bomberos recomendó hacer controlar las estufas por un gasista matriculado, controlar la llama de las hornalas y estufas que deben ser de color azul, mantener ambientes ventiulados y revisar el tiraje de calefones, calderas y estufas que pueden estar obstruidas.
Síntomas
• Intoxicación leve: dolor de cabeza, nauseas, vómitos y mareos
• Intoxicación moderada: confusión, visión borrosa, falta de coordinación, falta de fuerza, palpitaciones, irritabilidad y falta de tonicidad muscular
• Intoxicación grave: pérdida de conciencia, coma, convulsiones, hipotensión, arritmias e infarto de miocardio
Recomendaciones
• Ventilar la habitación abriendo puertas y ventanas
• Salir del ambiente
• Concurrir al hospital más cercano
